3 jul 2014

FESTIVAL POR DARÍO Y MAXI 28-06

El 26 de junio de 2002, bajo las órdenes directas del presidente en ese entonces, Eduardo Duhalde, la policía bonaerense asesinaba a sangre fría a dos jóvenes luchadores: Darío Santillán y Maximiliano Kosteky. Era parte del escarmiento previsto para nuestra clase: detener al movimiento que nacido entre fogones y piquetes, en cutral-có y en tartagal, resistió al neoliberalismo y en la rebebelión popular de diciembre de 2001 puso en cuestión a todo el sistema político.
La inmensa movilización popular y la lucha por justicia lograron poner tras las rejas al comisario Alfredo Fanchiotti, al cabo Alejandro Acosta y otros 5 policías más, responsables materiales del asesinato de Darío y Maxi. Sin embargo, a 12 años de aquel 26 de junio, los responsables políticos de aquella masacre ni siquiera se encuentran procesados, e incluso muchos de ellos aún continúan en funciones bajo el Gobierno de Cristina Kirchner. Tal es el caso, por ejemplo, del ex jefe de gabinete y actual Senador nacional por el FPV Aníbal Fernández, quien bajo el gobierno de Duhalde ocupaba el cargo de Secretario General de la Presidencia. Otra mancha más de la “década ganada” kirchnerista.


Darío y Maxi luchaban abnegadamente por la justicia y el derecho de lxs laburantes. Nosotros insistimos en organizarnos para defender nuestros derechos como trabajadorxs en todos los espacios que ocupamos: luchamos contra el ajuste, defendiendo la educación publica y de calidad junto a los docentes; Suteba en Zona Norte, (en especial en Tigre y Escobar) fue un ejemplo, fuimos miles de maestrxs, profesorxs, estudiantes y familias diciéndole NO al intento de pauperizar el trabajos de lxs docentes y ganamos una lucha histórica. Estamos también junto a otra lucha histórica, la de lxs laburantes de la GESTAMP: mientras los gobiernos nacional y provincial miran hacia otro lado, y la burocracia sindical traiciona a nuestros compañeros de clase, nosotros nos plantamos y les decimos NO a la injusticia, “queremos que los reincorporen porque ese es su derecho”. Al mismo tiempo, el gobierno nacional sigue proponiendo un doble discurso en donde, por un lado sigue sosteniendo que defiende a lxs trabajadorxs, y por otro criminaliza y judicializa la protesta social y la pobreza sistemáticamente frente a cada conflicto social; la condena a cadena perpetua de los petroleros de Las Heras, la Ley Antiterrorista y la anticonstitucional y popularmente rechazada Ley contra la protesta social (la mal llamada “ley antipiquete”).


Al igual que con el asesinato de Carlos Fuentealba o las desapariciones de Julio López y Luciano Arruga, el denominador común sigue siendo la impunidad. Es por eso que en vísperas de un nuevo aniversario de la masacre de Avellaneda salimos nuevamente a la calle a recordar a los compañeros y exigir que sean juzgados TODOS los responsables de esta masacre.

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